La
automatización ha dejado de lado la mano del hombre pero nunca del todo,
puesto que ya se ha comprobado que el factor humano es el más
importante, tanto para la creatividad como para las precauciones que hace falta
tener.
La
electrónica brindó una simplificación de las tareas y una serie de
herramientas novedosas para cualquier máquina industrial. Ni siquiera en la
industria más pesada o compleja puede prescindirse del aporte de lo digital o
electrónico. Esto corresponde a una verdadera revolución industrial, y estamos
a la espera de mayores complejidades, como por ejemplo la que promete la
nanotecnología.
Por
último, en este viaje desde el martillo y el serrucho hasta el elevador montacargas,
es imposible pasar por alto el rol crucial que cumplieron las máquinas de
propulsión aérea, creadas por primera vez por los hermanos Wright (e incluso
algunos adjudican a Leonardo Da Vinci el papel de padre de la aviación por
algunos de sus modelos). Los aviones y los helicópteros son las máquinas que
sirven al transporte de pasajeros, de mercadería y a la industria, a la
protección social y la defensa de fronteras.
Las
máquinas industriales han tenido un desarrollo fundamental en la historia del
siglo XX, y todavía tienen una importante evolución por delante en este siglo.
Resulta conmovedor acercarse a los avances que han permitido todo tipo de
herramientas tecnológicas que quizás comenzaron con un pico y una pala.
Luego pasaron a ser herramientas automáticas, es decir, una gama de maquinarias
altamente compleja que ya no necesitaba de tracción a sangre para activarse.
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